¿Estás embarazada?
Durante el embarazo las mujeres sufren muchos cambios físicos, hormonales y emocionales. La columna vertebral de las mamás debe ir adaptándose, mes a mes, a los cambios, posturales, hormonales y emocionales, a los que se ve sometida debido al crecimiento del bebé, y esto crea desalineaciones estructurales y más cambios alrededor de los músculos y ligamentos de sostén en el cuerpo de las mamás. El momento de hacer un bebé es muy importante.
Si existen tensiones anormales en los ligamentos uterinos, la cavidad pélvica se ve afectada, así como el espacio disponible para el bebé. Esta restricción intrauterina no sólo afecta al espacio en sí, sino al desarrollo del propio sistema nervioso del bebé, pues el movimiento es lo que crea las conexiones en sus neuronas.
Mediante ajustes específicos restauramos la geometría de la estructura pélvica y la función del sistema nervioso, así las mamás pueden afrontar el esfuerzo de dar a luz y del postparto, con facilidad y más vitalidad.
Los beneficios potenciales de la atención quiropráctica durante el embarazo incluyen:
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El mantenimiento de un embarazo saludable.
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Controlar los síntomas de las náuseas.
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Equilibrar los síntomas emocionales.
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Mantener el pubis equilibrado y la nutación del sacro libre, para una apertura de la pelvis óptima.
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La reducción del tiempo de trabajo de parto.
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Reducir los desequilibrios y tensiones posturales frutos del aumento del peso del bebé.
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La prevención de un posible parto por cesárea reduciendo el estrés uterino y de los ligamentos de apoyo.
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Reducir las presentaciones de nalgas. Aproximadamente en 4% de todos los embarazos terminan en una presentación de nalgas.
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Una recuperación con menos cansancio y más rápida.
Visitar al quiropráctico puede ayudarte a que funcionen mejor todos tus sistemas, y que tu embarazo se desarrolle con menos dificultades para ti y para tu bebé, preparándoos a ambos, para el momento de dar a luz.
¿Te lo imaginas?