La quiropráctica es una opción segura para crear más salud en tu vida. Es la ciencia que se especializa en la columna vertebral y el sistema nervioso.
El sistema nervioso central está constituido por el cerebro y su continuación, la médula espinal. De la médula espinal, y a través de las vértebras, salen todas las terminaciones nerviosas hacia todo nuestro cuerpo: órganos, tejidos, músculos, etc. El sistema nervioso es el jefe de nuestro cuerpo y, con un sistema nerviosos funcionando y rindiendo al 100% todo nuestro cuerpo trabaja mejor.
Existen unas fuerzas internas que trabajan permanentemente para la creación y el mantenimiento de nuestro organismo. Cuando la comunicación interna del cuerpo empieza a fallar, esas fuerzas internas tardan en manifestarse y empiezan las incoherencias que luego derivan en síntomas y enfermedades.
La quiropráctica ayuda a proteger y a restablecer la comunicación interna, incluso antes de que se perciban los síntomas. El cuidado quiropráctico durante toda la vida y una corrección precoz facilita el mantenimiento de la salud.
La palabra quiropráctica proviene del griego y significa ‘la práctica manual’. Se basa en el principio que la curación del cuerpo solo puede completarse cuando el sistema esquelético está funcionando de manera óptima, lo que sucede al tener unas vértebras adecuadamente alineadas.
Para ello, el quiropráctico utiliza sus manos o bien un instrumento llamado ‘activador’ para llevar a cabo unos ajustes; las manipulaciones específicas de las vértebras.
Cuando los huesos de la columna vertebral no se articulan correctamente, ocurre una condición conocida como subluxación vertebral; la transmisión neuronal se altera y provoca una disfunción en la espalda, así como en otras regiones del cuerpo.
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