Sí, la quiropráctica es para los bebés.
Cuidar la columna desde la cuna es una de las decisiones más simples, seguras y efectivas que podemos tomar como padres.
“Los padres llevan a sus hijos al médico para que les revise la vista, el oído, los dientes…pero ¿y su columna? ¿y su sistema nervioso? Es fundamental hacerlo, pero solemos olvidar y obviar atender algo tan importante.” explica el Dr. Jans Olde Wolbers, de la Asociación Española de Quiropráctica. Y es que los músculos que desarrollamos de pequeños mantendrán erguida la columna toda nuestra vida.
Nacer es un trabajo duro. Hay muchas presiones y fuerzas ejercidas sobre el bebé durante su viaje al mundo. Un estudio de Viola Frymann demostró que el 90% de los recién nacidos sufrieron los efectos del trauma del nacimiento.
¿Qué traumas tiene un bebé al nacer?
Por ejemplo, tensión asociada en el cuello y en algunas áreas craneales después del nacimiento. Frymann, doctora osteópata estadounidense, estudió a más de 1.500 bebés durante ocho años. Ella examinó a todos los bebés dentro de los primeros cinco días después del parto; de hecho, muchos fueron revisados dentro de las primeras 24 horas de vida.
Este estudio reveló que aproximadamente:
Un 10% de los bebés recién nacidos tenían mecanismos craneales perfectos y móviles.
Un 10% tenía un trauma severo en la cabeza, evidente incluso para los observadores no entrenados.
Y el 80% restante tenía patrones de tensión en el mecanismo craneal.
¿Qué pasa si no hacemos nada con estos traumas?
Si no se corrigen, estos traumas continúan afectando al crecimiento y desarrollo de la columna vertebral del bebé, reduciendo la función saludable de su sistema nervioso. Estas tensiones músculo-óseas que soporta el neonato durante el nacimiento pueden causarle problemas durante toda su vida. Reconocer y tratar estas disfunciones en el período que sigue inmediatamente al nacimiento es vital para reducir su impacto a medio y largo plazo.
El trauma del nacimiento a menudo causa disfunción neurológica. De hecho, otro estudio realizado por Gutmann que examinó a más de 1.000 bebés concluyó que aproximadamente el 80% tenía alguna forma de disfunción nerviosa. Esto es de suma importancia, ya que el 65% del desarrollo neurológico (cerebro y sistema nervioso) pasa en el primer año de vida de un niño. Durante este tiempo crucial, es vital que el sistema nervioso esté saludable para que el niño pueda crecer y desarrollar su potencial al máximo.
La atención quiropráctica se centra únicamente en eliminar la disfunción nerviosa (mejorar la comunicación entre el cerebro y el cuerpo) para que el neonato pueda crecer, desarrollarse y funcionar a su máximo potencial. Nosotros, como humanos, nacimos con una habilidad innata para sanarnos. Los quiroprácticos minimizan las obstrucciones a esa capacidad.
Entonces, repasemos los puntos clave de la quiropráctica para bebés:
Impulsa la recuperación después del nacimiento:
Los ajustes quiroprácticos para los bebés pueden ayudar a aliviar la tensión músculo-ósea, así como a corregir los problemas nerviosos que pueden surgir después del parto, independientemente de la modalidad de parto que sea (natural, cesárea, hospital, casa, bañera…).
El proceso de nacimiento es un ‘shock’ para los dos cuerpos, bebé y madre, y hay que desestresarlos y colocar todo en su sitio de nuevo. Lo que hará tu quiropráctico es ‘alinear’ la columna vertebral para garantizar que no haya ninguna disfunción nerviosa, ya que esto puede provocar cólicos, reflujo, dificultades para respirar y dormir en los bebés. Y de adultos pueden desembocar en ciáticas, hormigueos en las extremidades, dolores de cabeza, malas digestiones, alergias, etc.
¿Qué hace un quiropráctico?
Un quiropráctico está calificado para trabajar con el cuerpo, utilizando movimientos suaves y precisos para ayudar a restablecer el funcionamiento normal del sistema nervioso que permitirá al cuerpo curarse a sí mismo. Afirma el doctor Douween Van Staden quiropráctico registrado en el Centro de Salud Integral en Fourways.
A veces, los pequeños están quisquillosos o irritables por diversos factores: como succión deficiente, dificultad al cogerse al pecho, un sistema digestivo inmaduro o lento, alergias hacia la leche materna, reflujo ácido, infecciones de oído, etc.
Y aunque un quiropráctico puede ayudar a mejorar o resolver muchos de estos problemas, no estamos diciendo que dejes de ir al pediatra. La idea es hacer un trabajo conjunto, cada especialista tratando su especialidad sin dejar de ver el cuerpo como un todo, un conjunto de sistemas trabajando juntos.
Los bebés que van al quiropráctico son los que menos cólicos tienen:
El cólico puede tener muchas causas. Los cólicos pueden estar relacionados con un sistema gastrointestinal inmaduro o poco activo, lo que provoca indigestión y acumulación de gases. Un sistema digestivo inmaduro no puede hacer frente a la acumulación de gas, que es un resultado natural de la digestión, dejándolo atrapado en el intestino causando hinchazón y dolor.
Los ajustes quiroprácticos, pueden estimular el flujo nervioso al intestino delgado y aumentar la peristalsis: el movimiento ondulatorio de los músculos del intestino que empuja el líquido y el gas.
Sí, un quiropráctico puede ayudar a resolver los síntomas del cólico de tu bebé.
El Dr. Coxon dijo que de los cuatro ensayos controlados aleatorios de tratamiento quiropráctico para cólicos, tres demostraron los beneficios del tratamiento, y el cuarto, dejó de asistir al centro por la lejanía antes de finalizar el estudio.
Mejora el sistema inmune:
Además de la nutrición adecuada y el descanso, el sistema inmune se basa en una columna vertebral sana, dice Douween. Nuestro sistema nervioso corre por nuestra columna vertebral y cualquier desalineación puede provocar que las vías nerviosas se ‘irriten’. En consecuencia, esto afectará a todos los sistemas del cuerpo.
Los estudios han demostrado que con solo unos pocos ajustes vertebrales, el cuerpo ya mejora. Al ajustarse, libera las células que combaten las enfermedades en las áreas del cuerpo donde más se necesitan y que tal vez estaban ‘bloqueadas’. En consecuencia, aumenta el sistema inmunológico.
Reduce la irritabilidad general:
No siempre es fácil para los padres o los médicos identificar problemas exactos, y las sesiones de quiropráctica pueden ayudar. A veces ‘no les pasa nada’ porque lo que tienen es una restricción en su árbol de la vida, su columna. Si quitamos ese bloqueo, esos nervios determinados se recolocarán y dejará de tener dolor de cabeza, espasmo muscular, irritabilidad, dificultad para dormir, etc.
Como no hablan todavía, los vemos irritados, es como si a ti te molestara algo pero no sabes el qué y encima no puedes explicarlo en voz alta.
Este es el cambio que a menudo los padres notan después de un ajuste quiropráctico; una diferencia en el estado del bebé, más tranquilo y relajado.
Apoya el desarrollo físico:
Un bebé nace con curvas vertebrales primarias (conocidas como cifosis sacra y torácica). En el primer año de vida, la columna vertebral duplica su tamaño y se forman las curvas secundarias (cuello e inferior lordosis).
¡Este es un gran cambio en un pequeño cuerpo en tan poco tiempo! Cuando tu bebé comienza a levantar la cabeza, se forma la curvatura del cuello; cuando aprende a sentarse, se forma la curvatura de la parte inferior de la espalda.
Mitos comunes desacreditados y desmentidos:
No es seguro para bebés.
Sí lo es, y además la realidad es que un quiropráctico pediátrico no ajusta la columna vertebral de un bebé como lo haría con la columna vertebral de un adulto. Se usa una presión suave y muy específica.
Les duele.
Puede haber áreas sensibles en la columna vertebral del bebé y puede causar una leve incomodidad cuando se les examina, pero tenemos comprobado que si los padres están a gusto el pequeño también lo estará. A veces los coge su abuela o una amiga y también lloran, solo es eso, que no están acostumbrados a esa posición o a esa persona.
Anécdota Olivera: todas las mamis que se han ajustado durante el embarazo, después han venido a su sesión postparto. Desde ese mismo día los bebés reconocen el sitio y se sienten a gusto en nuestra consulta.
Pero, ¿porqué desde que nacen?
La columna vertebral de un bebé se alarga en un 50 por ciento en su primer año. En ningún otro momento este crecimiento ocurre tan rápido, por lo que debes asegurarte de que tu bebé tenga la columna alineada adecuadamente para asegurarle un crecimiento simétrico óptimo.
La ley de Hueter-Volkman establece que los huesos cambian de forma con la presión – fuerzas de compresión – gravedad. Y esto puede conducir a un desarrollo óseo asimétrico. Esta es la diferencia entre tener una columna como un roble recto y fuerte y tener una columna vertebral como un árbol torcido.
Optimiza el sistema nervioso:
El sistema nervioso central está formado por el cerebro y la médula espinal, y es el sistema que procesa todo lo que hace su cuerpo. El movimiento, un latido del corazón, sonreír, sentir el sol… todo está coordinado por el cerebro y la médula espinal. En los bebés, el sistema nervioso central también controla su crecimiento y desarrollo. La infancia es el momento de mayor desarrollo del cerebro y los propioceptores (sensores de posición del cuerpo), por lo que la infancia es el momento de garantizar la salud del sistema nervioso.
Los quiroprácticos que cuidamos a los bebés buscamos alteraciones en sus sistemas nerviosos que interfieren con el crecimiento y su desarrollo ideal y saludable.
Los efectos adversos relacionados con la atención quiropráctica pediátrica son prácticamente inexistentes, se estima en 1 de cada 250 millones de visitas pediátricas. No hay un solo procedimiento médico más seguro, pero recomendaría a los padres que busquen quiroprácticos que habitualmente cuiden a los niños en su consulta y que tengan una formación reglada.
Algunos estudios más:
Dos estudios importantes sobre cólicos han demostrado que en un período de dos semanas el 94 por ciento de los bebés ajustados por quiroprácticos mostraron una mejoría notable, y un 25 por ciento de ellos mostró mejoría después del primer ajuste. El Dr. S. Vallone, en un estudio de 2007, concluyó: «Los ajustes quiroprácticos en las primeras etapas de la impresión neurológica parecen abordar de manera segura y efectiva la disfunción cráneo-cervical y ayudar a restablecer los patrones de succión naturales y eficientes para los bebés que no pueden comer con éxito«.
Otro estudio, con la Dra. Candice Pert, líder en psiconeuroinmunología, acredita que la quiropráctica tiene un efecto significativo en la maximización de la inmunidad a través del mantenimiento de un sistema nervioso sano. La Dra. Candice Pert examinó la relación entre la intensidad de la atención quiropráctica y la incidencia de enfermedades de la infancia. Los resultados mostraron que los niños que acudían al quiropráctico más de siete veces al año tenían una mayor resistencia (inmunidad) a las enfermedades infantiles comunes.
Muchos padres de nuestra consulta l’Olivera, hacen que los quiroprácticos revisen regularmente a sus hijos como parte de un estilo de vida saludable para ayudarlos a desarrollar a su potencial. ¡Escríbenos!
‘Un niño con una columna sana será un adulto con buena calidad de vida’
Dr. Jans Olde