Cuidarte en vacaciones incluye la quiropráctica.
Una de las definiciones de vacaciones debería ser: desprogramar la alarma del despertador y tener tiempo para ti. Los días son más largos y el ritmo es, con suerte, más lento.
Dos puntos que nosotros queremos comentarte sobre tus cuidados y las vacaciones son:
- Si en vacaciones no ‘descansas’ de lavarte los dientes, ¿por qué pones en pausa tus cuidados quiroprácticos hasta septiembre?
- Hay actividades que creemos que no somos capaces de realizar y que si nos hubiésemos preparado con nuestro quiropráctico igual podríamos haberlas hecho.
Los planes de viaje están en mente de muchos, pero aparte de la diversión, un viaje largo también puede ocasionar molestias y dolores. ¡Y en medio de unas vacaciones, esto es lo último con lo que queremos lidiar!
Para mantenerlo todo bajo control, ir al quiropráctico es una buena elección para que el cuerpo esté preparado.
Algunas de las molestias más comunes después de un largo viaje incluyen:
- Dolores de espalda independientemente del tipo de viaje; ya sea en coche, en avión, en autobús u otra cosa, pasamos mucho tiempo sentados y en la misma posición. Esto suele provocar una gran incomodidad, especialmente en la zona lumbar.
- Molestias en el cuello: desde la rigidez general hasta un dolor crónico, no es raro experimentar dolor después de horas de viaje. Y el hecho de que probablemente no estés durmiendo en tu cómoda cama no ayuda.
- Rigidez de las articulaciones: las rodillas, las caderas, los hombros y otras articulaciones pueden volverse rígidas o hincharse después de tanto tiempo en una posición quieta y estrecha.
¿Cómo puede ayudarte un quiropráctico en todo esto?
Podemos ayudarte de diversas maneras. Aunque estas molestias se consideran una consecuencia normal de viajar, un cuidado quiropráctico regular ayuda a aliviar la tensión. Hay menos bloqueos en la columna vertebral y te adaptas mejor a los cambios. Muchas personas encuentran mejora en su flexibilidad y disminuye su rigidez.
Unas vacaciones son un tiempo para divertirse y relajarse, pero muchos volvemos en septiembre más cansados por los viajes, la familia, el estrés de organizar el tiempo libre y el calor que no ayuda. No es un momento para dejar de cuidarse.
Las subluxaciones no se van de vacaciones.
¿Recuerdas qué es una subluxación, verdad? Cuando una o más vértebras no están alineadas o en su sitio, provocando una interferencia en el sistema nervioso y que el cuerpo no pueda trabajar a su máximo potencial.
Nos hace mucha gracia cuando algún paciente quiropráctico nos dice: ahora me tomaré unas vacaciones y volveré a retomar los ajustes en dos meses (suelen ser pacientes «semi-nuevos», los veteranos ya han entendido que es un mantenimiento). Y les decimos: claro! También vas a dejar de lavarte los dientes estos dos meses, ¿verdad? ¡Vacaciones de boca, dientes y espalda! ¡Vacaciones de salud!
Para nosotros este parón es absurdo, incoherente, ilógico… ¿Hemos dicho ya que es disparatado?
No estamos diciendo que no podamos irnos nunca de vacaciones, pero el hecho de tomarse un tiempo de descanso sin ajustes llevando tu vida normal, no lo podemos entender ni nosotros ni nuestros pacientes veteranos, que nos piden quiroprácticos de referencia cuando se van de viaje.
De hecho, es el primer año que cerramos las últimas dos semanas de agosto por coincidencias de horarios de los doctores. Nunca antes habíamos cerrado por vacaciones, ya que son infinitos los pacientes que hacen un mantenimiento semanal o quincenal para estar siempre conectados y a su máximo potencial de salud.
Si eres paciente habitual de un quiropráctico y estás aquí de paso, ven a vernos, no empezaremos de cero, tenemos un plan que se llama Chiropractic in the city y pasas a tu ajuste de mantenimiento para poder seguir turisteando.
Si vives aquí, ven a conocernos, el mejor momento fue al nacer, y el siguiente es ahora. ¡Sí, aunque sea verano! ¡Esperamos verte!
Y mientras estés fuera, disfruta, y toma medidas para mantener el sistema nervioso sin interferencias como por ejemplo: dormir bien, meditar, caminar, usar buen calzado, beber mucha agua y sonreír. Reinicia y cuida de ti.
Un abrazo muy nuestro,
Equipo Olivera