Prevenir es una de las cosas más sensatas que podemos hacer por nosotros. Siempre se ha escuchado que la prevención es la mejor medicina. Pero vivimos en la era del usar y tirar, del estrés, de correr para todo y no llegar ni a la mitad.
Y eso nos afecta en salud, sobretodo a la hora de decidir que es prioritario y que lo es menos dentro de este caos de vida.
Las cosas básicas para prevenir bien
Además del ejercicio (caminar ya cuenta como ejercicio, de hecho es lo mejor que puedes hacer para ti) y cuidar la alimentación, así como la hidratación, hay más cosas que podemos hacer. Y evidentemente una de ellas es ir al quiropráctico para revisarse el sistema nervioso. El cuidado quiropráctico es una de las mejores.
El dolor es inevitable conforme nos vamos haciendo mayores porque el cuerpo se va poniendo rÍgido y más inflexible. También nos movemos menos que los niños. Algo que no tenemos en cuenta es que la gravedad nos afecta al cuerpo, y todas las vértebras se van quedando comprimidas (y si a esto le sumas una hidratación floja, todo se seca antes y roza mucho más).
En algunos casos, hay dolores que se pueden evitar: dolores de cabeza, ciáticas, etc.
Pero incluso del dolor al cansancio corporal de los años, la prevención para sentir menos molestias y evitar el máximo de síntomas es una de las mejores opciones.
Estimula tu sistema nervioso
Estimular el sistema nervioso a base de ajustes es una de las maneras más óptimas y menos invasivas de mantenerse sano. Aumenta la capacidad natural del cuerpo para combatir enfermedades.
La columna vertebral está vinculada al sistema nervioso central. Este sistema se comunica con otros sistemas, como el sistema inmunitario, y les brinda información importante para que sigan funcionando correctamente.
Al cuidar la columna vertebral, el sistema nervioso central está bien conectado a todas las partes del cuerpo sin interferencias, y por ende, el sistema inmunitario y otras funciones del cuerpo también.
¿Por qué la columna vertebral bien puesta es mejor?
Como ya hemos mencionado, la salud de la columna vertebral afecta en gran medida a otras áreas del cuerpo. Por lo tanto, tiene sentido que cuanto más alineada esté la columna, más potencial tiene ese cuerpo de mantenerse sano y prevenir adversidades.
Muchas personas que van al quiropráctico por un motivo determinado, informan una mejoría general, una sensación de bienestar en más aspectos de los que buscaban. Es común cuando preguntamos: ‘¿duermes bien?’ Y a veces la respuesta es sí. Pero unos ajustes después nos dicen: ‘¡no sabía lo que era dormir bien hasta ahora!’
Cuanto más sano te sientes, más feliz y productivo puedes ser. Prevenir es una de las cosas que puedes hacer por y para ti.
Hay dos ejemplos que siempre ponemos a los pacientes para comprender mejor las diferencias entre prevenir, tapar, y curar.
Primer ejemplo: tu puedes hacerte un corte pelando una manzana, que si pones una tirita, lo estás tapando, pero es tu cuerpo que va a regenerar esa piel. El tiempo de cura, es prácticamente el mismo, aunque tapes ese problema. Y si vamos más allá, podríamos (dentro de lo que cabe) ser previsores en cuanto a coger ese cuchillo mejor para no cortarnos.
Segundo ejemplo: en un árbol, hay la semilla (las células) las raíces (el sistema nervioso) las primeras líneas de los troncos cuando lo cortas (las vértebras) y el tronco en si (el cuerpo humano). El tipo de árbol, es la persona (rubia, morena, maja, etc.).
Si el árbol se pone ‘malo’, ¿le acaricias una hoja, o le masajeas el tronco?
Lo que se suele hacer, es mirar cómo tiene las raíces para hacer algo al respecto, y luego ya lo adecentas por fuera que es lo que igual te estaba indicando que estaba ‘malo’. Es decir, el problema cuando se ve por fuera, suele llevar tiempo dentro.
Y un paso más allá, sería estar siempre cuidándolo, de raíces a exterior, previniendo que no se ponga malo.
Si tienes alguna duda puedes escribirnos y/o pasar a vernos 🙂
Ilustraciones: Colaboración con Sara Caballería.