La medicación que ingerimos, para qué, Vs el cuidado quiropráctico:
Si tenemos en cuenta que toda la medicación que ingerimos, sea para el problema que sea, pasa por nuestro sistema digestivo, conviene leer atentamente este artículo. Son dos cosas muy distintas: lo que ingerimos y lo que pensamos que ingerimos.
Son muchos los trastornos que, inicialmente, pueden parecer únicamente digestivos pero que tienen, un detonante altamente emocional: síndrome de colon irritable, úlcera, reflujo… Y es que ya sabemos que el estrés siempre golpea en nuestro punto más débil. A algunas personas los niveles altos de estrés les desembocan en migrañas, a otras en hipertensión y los hay que les afecta directa y principalmente a su estómago.
Algunos de los trastornos digestivos más comunes son:
- Reflujo ácido: cuando el músculo del final del esófago no se cierra bien, el contenido del estómago regresa creando ese reflujo que irrita el esofago. Se llama también acidez.
- Estreñimiento: ir menos de tres veces a la semana al baño. Las heces suelen ser secas o duras y a veces eso crea irritación y/o dolor., además de provocar hemorroides.
- Síndrome de intestino irritable (SII) o colon irritable o incluso enfermedad de Crohn: cuando existe un cuadro crónico de dolor abdominal cambios en el ritmo intestinal con sensación de distensión y no hay causas infecciosas que lo justifiquen, se suele diagnosticar este síndrome.
Hay que tener en cuenta que muchas veces se diagnostica sin llevar a cabo todas las pruebas de intolerancia. Cosa que vemos en nuestros pacientes a menudo. Si te han dicho que tienes SII, asegúrate de tener hechas las pruebas de intolerancia, incluso las más irrisorias como la fructosa y el sorbitol. Os sorprenderíais de la gente que ha encontrado por fin la causa de su problema.
Estos trastornos digestivos suelen tener en común que todos están relacionados con un sistema nervioso mal sincronizado.
Emociones no expresadas y el sistema digestivo
En nuestro sistema digestivo acumulamos muchas emociones no sentidas o no expresadas e incluso problemas que no han sido solucionados.
Nuestro estómago actúa como segundo cerebro, influenciando nuestras funciones digestivas ,condicionando y generando diferentes afecciones gástricas.
De hecho, ¿te suena la frase ‘me sentó mal lo que me dijo’? O ¿‘se me ha revuelto el estómago’?
Son frases que involucran estados emocionales con malestares corporales. Y es que todo aquello que sentimos pero no sabemos gestionar (nervios, enfado, rabia, indignación, angustia…) repercute directamente en nuestro organismo, en nuestro estómago, y en nuestro sistema nervioso.
Somos lo que comemos
Si cuidamos nuestra alimentación estamos ayudando a nuestro organismo a desintoxicarse. Y así propiciamos una mejor calidad de vida, tanto a nivel físico, mental, como emocional.
La quiropráctica y tu estómago
¿Quién es el ‘jefe’ del sistema digestivo?
El sistema nervioso es el sistema que controla y manda la información a todos los demás sistemas. Sí, así de simple.
Un sistema nervioso que no funcione correctamente, es un factor clave en el desarrollo de los problemas digestivos. Una gran parte del sistema digestivo se controla desde el tronco encefálico, a través del nervio vago o neumogástrico.
¿Qué significa esto?
El tronco encefálico (situado en la parte superior de la columna vertebral) es el centro desde el que se dirigen varias funciones vitales. Su funcionamiento podría compararse con el de una central telefónica con miles de cables individuales a cada casa. Estos cables (nervios), cada uno en su individualidad tiene que recibir y enviar señal a todas las células, órganos y sistemas del cuerpo.
Así que un mal alineamiento de la columna, es decir, tener subluxaciones vertebrales, puede entorpecer el funcionamiento y generar problemas de salud de este estilo.
Es una – mala – costumbre, tapar el problema con pastillas como omeprazol, ya que esto no soluciona la causa de raíz.
Curiosidades
- La zona cervical, concretamente la quinta vértebra, tiene una estrecha relación con nuestro estómago. No es la única, pero es ahí donde empieza.
- No tiene porque dolerte esa zona (u otra) para ir al quiropráctico. Estamos mal educados en cuanto a síntomas, ya que estos solo son el 20% de lo que ocurre dentro del cuerpo.
- Las alteraciones de la columna vertebral son un eje a tratar cuando hay problemas digestivos: la escoliosis, la cifosis, las rectificaciones de las curvaturas normales de la columna, etc., generan comprensión de los órganos, como el estómago, y así desencadenan complicaciones y mal funciones en su actividad habitual
¿Qué hacen las pastillas y/o medicación relacionadas con el aparato digestivo?
Ejemplo de nuestro análisis de cómo afecta un medicamento al cuerpo:
Muchas personas (aproximadamente 3 de cada 5 en nuestra consulta) toman omeprazol. Sea recetado por el médico o por prescripción propia. Se supone que la función de este medicamento es reducir la cantidad de ácido producida por el estómago. Así te lo dicen en el médico y así lo pone en el prospecto.
También hay personas que piensan que hace una capa protectora y se lo toman, en general, para prevenir. ¿Para prevenir qué? Nos preguntamos nosotros.
Uno de los efectos secundarios más notorios es el enrojecimiento de la piel. Es un efecto secundario en multitud de medicamentos. Eso de por sí ya es preocupante, pero no le hacemos caso. Otros son el dolor de cabeza, alguna molestia estomacal como diarrea o estreñimiento o flatulencia y gases. A veces incluso náuseas o vómitos.
Y es que no olvidemos que en su composición hay, entre otros, dióxido de titanio, almidón de maíz y sacarosa.
Pero antes de que el médico nos mande hacernos las pruebas del gluten o la fructosa, es más fácil, más beneficioso para la economía, y menos molesto, mandarle al paciente tomarse un omeprazol. Claro que sí.
¿Con qué no se puede mezclar?
Con medicamentos usados para tratar la ansiedad, o problemas del corazón, o infecciones por hongos.
¿Y qué ocurre?
Que nos encontramos a personas que hace tiempo que toman omeprazol, pero siguen teniendo problemas digestivos. Les surge alguna dolencia coronaria y les recetan pastillas para el corazón, y como están bajos de ánimo toman antidepresivos.
Y aquí tenemos, la hecatombe corporal. Tres medicamentos contraproducentes entre ellos, pero que los médicos, como son ‘especialistas’ de una sola cosa, no han tenido en cuenta.
Y nosotros, profesionales quiroprácticos, tomando nota de tu historial, entendemos el porqué tienes varias cosas y no te encuentran un único diagnóstico: TU SISTEMA NERVIOSO ESTÁ HECHO UN LÍO. Y todo empezó en el aparato digestivo.
Comparación con la medicación durante el embarazo
Cualquier medicamento que no se pueda tomar durante el embarazo, nos indica que no está hecho para ‘crear vida’ sino para destrozarla. Así hablando claro.
La calidad de vida que se tiene durante la gestación debería ser la que tuviésemos siempre, señal de que no tapamos problemas, si no que dejamos que el cuerpo haga su función innata y se recupere. Son muchas las madres que se dan cuenta de que antes tomaban medicación para enmascarar el problema. Por ejemplo un dolor de barriga o de cabeza, y que actualmente van al quiropráctico. Porque han entendido que si en lugar de tapar el problema con un fármaco, buscas la raíz y lo solucionas sin un químico, tienes mucha más calidad de vida.
Así que, si tienes un problema intestinal, probablemente ese nervio que manda a tu aparato digestivo esté afectado. Antes de tomarte una pastilla, acércate a una consulta quiropráctica para conocer qué beneficios puedes obtener de un cuidado, y no de un tratamiento.
Comprueba la función de tu sistema nervioso, probablemente tengas interferencias que repercuten en tu sistema digestivo. Ya sea estreñimiento, diarrea, ardores, gases, digestiones pesadas, intolerancias, alergias alimentarias, enfermedades autoinmunes, u otras.
Corregiremos estas interferencias, y tu cuerpo y sistema digestivo lo agradecerán. ¡Te esperamos!